Primero que nada porque efectivamente soy esclavo de Circe, aún no sé en que animal me habrá convertido, o si finalmente tuvo efecto el té de yuyos del viejo Hermes, pero aquí estamos.
Soy el Capitán de una tripulación de cabras y cerdos, en busca del camino a Ítaca, que a mitad de mi viaje fui cautivado por los ojos de una hechicera muy bella. Su nombre es Circe; ahora soy su prisionero, o eso parece. ¿Como puedo ser prisionero si estoy aquí por propia voluntad? Ella no lo sabe. Mantengo la fantasía…
Mientras logro que ella se enamore, leo, miro alguna película y escribo ideas o reflexiones locas en mi blog, no es tu obligación leerlas, es mi necesidad escribirlas. Mi nombre es Odiseo…bienvenido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario