Raspa y raspa la aguja,
y no se detiene ni apura.
Y es tic y tac, tic y tac.
Y escarnia las noches y los días.
Acuesta el sol y levanta la luna.
Y me aturde
con el tic y tac, tic y tac.
El sístole y el diástole
del tiempo que se agota
pero nunca expira.
Pues siempre está
con su tic y tac, tic y tac.
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